viernes, 21 de enero de 2011

Una taza de café...


Somos muchos los que cada día no podemos comenzar nuestras actividades diarias sin beber una taza de café, la cafeína es adictiva y hay muchos que no pueden controlar la necesidad de esta. Pero ¿porque sucede eso?. La cafeína esta sustancia extraída de las plantas, es un alcaloide, es decir un compuesto que contiene nitrógeno. Y que produce en nuestro organismo efectos estimulantes y diuréticos. Al ingerir la cafeína, se absorbe y pasa al torrente sanguíneo que la transporta al cerebro. Allí, actúa sobre el sistema nervioso central produciendo una serie de efectos. Estimulando el cerebro, la zona digestiva, acelera el metabolismo y aumenta los niveles de serotonina -un neurotransmisor que mejora el humor- en el cerebro. 


Los atletas suelen usar a la cafeína para ayudarse a lograr más energía, ahorrando además glucógeno, fundamental para poder mantener un rendimiento regular. 

La cafeína se encuentra en varias bebidas, tales como té, café, bebidas gaseosas de "cola" y productos derivados de chocolate. También se le añade cafeína a otras bebidas gaseosas y es el ingrediente número uno de medicinas que se compran sin receta médica, tales como pastillas contra el dolor de cabeza, resfriados, alergias, pastillas contra el dolor y para mantenerse despierto. Y no hay que olvidar las hoy superventas bebidas energéticas que contienen una gran cantidad de cafeína, tanto que se considera peligroso su sobreconsumo. 

Al ingerir cafeína en altas dosis, se pueden presentar diversos efectos negativos. Entre ellos, se encuentran: Taquicardia, irritabilidad, insomnio, ansiedad y nerviosismo, deshidratación, indigestión, falta de concentración, menor flexibilidad muscular 

No son pocas las personas que ven a estos efectos como algo de poca importancia, en comparación con la necesidad de conseguir el estímulo durante algunas horas, gracias a la cafeína.

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